Kawagoe Matsuri 川越祭り
La danza del león
Kawagoe está a sólo treinta minutos en tren del centro de Tokio. Eso no es nada cuando se trata de descubrir su increíble festival celebrado el tercer fin de semana de octubre.
Una enorme cantidad de lámparas rojas y doradas encienden las calles. Los gritos eufóricos de los niños y las risas de sus madres resuenan con las flautas y los tambores de los hayashi, las orquestas que suelen acompañar los espectáculos de kabuki. Ellos escoltan con su música a las carrozas de cinco o seis metros de largo que se cruzan y se empujan unas a otras en medio de la multitud emocionada. Cada vecindario prepara su propia carroza para desafiar a los otros en una competencia colorida llamada hikkawase.
Los enfrentamientos entre estos colosos sobre ruedas hacen que los espectadores griten con una mezcla de miedo y alegría. Los niños pequeños se aterrorizan con el shishimai, un largo león que danza con su cuerpo hecho de tela color esmeralda. Los padres hilarantes acercan a sus hijos asustados hacia la boca del monstruo para que este les de un suave mordisco y así protegerlos de los malos espíritus.
Luego todo el mundo se tranquiliza en los puestos de yakitori, pinchos de pollo a la parrilla, antes de lanzarse de nuevo a la calle para continuar la diversión.