El templo Mitakidera 三瀧寺
Triple agua
En la ladera de la montaña, tres cascadas fluyen en el bosque; una deidad decide vivir aquí. Eso es todo lo que se necesita para que aparezca un templo: el Mitakidera.
Quien habla de budismo habla de Buda. Sentado con las piernas cruzadas, orejas largas y cráneo protuberante, su figura es muy familiar. Pero él no está solo. En su misión de enseñar la iluminación, él cuenta con la ayuda de los bodhisattvas, sus enviados a la tierra. Uno de ellos es Kannon, encarnado en las cascadas cuyas aguas purificadoras inundan las laderas del monte Mitaki (literalmente "Monte de las tres cascadas").
El monje Kukai, fundador de la secta Shingon establecida en el Monte Koya, decidió fundar un templo en el año 809, declarando que el sitio era sagrado y que el espíritu del bodhisattva se había manifestado. Este templo está catalogado como la meta número trece de los treinta y tres lugares de peregrinación del culto a Kannon de la región de Chugoku y uno de los más importantes de la prefectura.
Sublime simbiosis
Para llegar allí, los fieles y demás curiosos e interesados necesitan preparase para una verdadera expedición. Esta subida hasta la sala principal es una maravilla, en el medio de una atmósfera mística donde no es fácil distinguir la obra de la naturaleza de la obra del hombre. Las estatuas cubiertas de vides parecen echar raíces en la tierra sagrada mientras que las placas grabadas con poemas y efigies divinas se alinean en la superficie de las rocas.
Arquitectura y naturaleza se funden en una composición atemporal que nos lleva entre santuarios y cascadas. El otoño es, sin duda, el mejor momento para pasearse por los senderos de piedra del Mitakidera: el rojo del follaje de los arce recubre el bosque con su efímera magia.