Los ainu de Japón アイヌ人
Músicos animistas
Los ainu, indígenas del norte de Japón, han sufrido durante mucho tiempo el expansionismo japonés antes de obtener, tardíamente, el derecho a proteger y promover su cultura.
La minoría ainu está establecida principalmente en Hokkaido, en las disputadas islas Kuriles y en la isla de Sajalín, a la altura de Siberia. Esto se debe a que los Wa (和), los ancestros de los japoneses, vinieron de Corea para expander su territorio y repelieron a los indígenas. Aunque los dos grupos étnicos establecieron por primera vez relaciones comerciales, la situación se deterioró gradualmente para los ainu debido a las ambiciones de conquista de sus vecinos, los Wa.
Asimilación forzada
Considerados como emishi por los japoneses (bárbaros que no están bajo la autoridad del emperador), sus tierras fueron colonizadas gradualmente. Las rebeliones ainu fallaron y toda la isla de Hokkaido estuvo bajo el dominio japonés desde principios del siglo XIX.
En 1899, bajo el pretexto de ayudar a los habitantes más pobres de la isla, el gobierno japonés aprobó una ley que obligaba a los ainu a abandonar sus actividades tradicionales de caza y pesca para convertirse en agricultores. El gobierno les prestó tierras muy pobres (las granjas más fértiles están reservadas para los japoneses). Esto hizo que los ainu se hundieran en la pobreza y poco a poco perdieran su lengua y las prácticas religiosas, ya que estas estaban prohibidas.
Reconocimiento
El poder político japonés quería dirigir un país unificado, habitado por un solo grupo étnico. Para los gobiernos de las épocas medieval y moderna era importante suavizar cualquier posible disparidad en el territorio, afirmando que Japón estaba habitado por un solo pueblo. Y esto fue así hasta el reconocimiento de la minoría étnica ainu en 1997. Este avance se debe principalmente a los esfuerzos de Kayano Shigeru, el primer ainu que obtuvo un puesto en el parlamento japonés.
Si bien es evidente que hay diferentes grupos dentro de la etnia Ainu, ellos tiene muchas características en común tales como la lengua ainu (no relacionada con el japonés), técnicas de bordado y de tatuaje, así como instrumentos musicales como el tonkori (cítara) o el mukkuri (arpa de boca). Además estos grupos son animistas y su deidad principal es la diosa del hogar, Fuchi, quien también es el vínculo entre el mundo de los humanos y los espíritus que habitan en la naturaleza: los kamui.
Museos y talleres
Si vas a tener una corta estadía en Sapporo antes de volver al sur, visita el Centro para la Promoción de la Cultura Ainu, a minutos de la estación de Sapporo, frente al jardín botánico. Aquí podrás ver una pequeña colección de objetos, una biblioteca, una sala de video y varios talleres.
Si todavía tienes más curiosidad, puedes crear artesanía ainu en el Museo de los Pueblos del Norte en Hakodate, incluyendo la confección de un mukkuri por unos 500 yenes.