Las estatuas budistas 仏像
El rostro de los dioses
Después de muchas horas de trabajo, el artesano muestra su trabajo en el templo. El le ha dado forma a una de las figuras del panteón budista. Luego se celebra una ceremonia religiosa en la que un monje coloca bolas de vidrio en las órbitas vacías de la escultura. Ahora la estatua puede mirar. Ahora la divinidad ha tomado vida.
El panteón budista tiene una lista infinita de deidades entre las cuales están los budas, los bodhisattvas o los reyes de la sabiduría, La leyenda dice que es infinita ... Sus imágenes ayudan a distinguirlas entre sí.
Presencia sagrada
Cuando el budismo llegó a Japón en el siglo VI, este traía consigo sus esculturas. Bien sea talladas en madera o fundidas en bronce, los códigos de éstas piezas han cambiado poco a lo largo de los siglos. La materia prima usada para su elaboración es seleccionada de manera estricta y a menudo es sagrada y divina.
Una vez que el artista le da forma a la talla en madera o en ell molde, viene la "ceremonia de la apertura de los ojos" (Kaigen kuyo) a través de la cual la divinidad toma posesión de su receptáculo físico en la tierra. Es así como la obra de arte se convierte en una manifestación de dios en la Tierra.
El panteón
Punto de apoyo en la meditación, éstas estatuas son la interfaz de comunicación entre los dioses budistas y los hombres. A ellas se les hacen peticiones, oraciones u ofrendas. Estas encarnaciones de divinidades son diversas y existen varias categorías.
En primer lugar nos encontramos con los Budas, los iluminados (nyorai). Por lo general estos están representados sentados (a veces de pie) y sus atributos son de sobrios. Están vestidos con una túnica rudimentaria y tienen la cabeza afeitada. Su expresión tranquila y serena inspira confianza. Ciertas características nos permiten distinguirlos entre ellos: el Buda Dainichi es el único que lleva una corona. El Buda Yakushi siempre mantiene un frasco de ungüento en la mano. Los gestos de sus manos (mudras) también ayuda a distinguirlos.
Luego vienen los bodhisattvas, seres de la Iluminación (bosatsu). Son los heraldos de los budas en este mundo e intervienen para ayudar a superar las pasiones mortales y guiar hacia el Nirvana. Estos están a menudo representados de pie y están vestidos con opulencia y muchas joyas. A menudo las estatuas están apoyadas en una mandorla (aura ovalada) que indica su carácter sagrado. El Bodhisattva Jizo se distingue por su bastón de peregrino y su cabeza calva, mientras que Kannon toma muchas formas, incluyendo formas femenina y formas con mil brazos.
Los terceros actores principales del panteón budista son los reyes de la sabiduría (myôô). Son fáciles de identificar gracias a sus caras frustradas que encarnan la voluntad para superar las fuerzas hostiles. Con sus cabellos encendidos, mandorlas de fuego y una extraña expresión en su rostro, estas figuras casi demoníacas son bastante intimidantes. A menudo están sentadas en un animal.
Ahora que tienes estas claves para entender mejor las estatuas budistas japonesas sabes que cuando tú las estás observando, ellas también te observan a ti.
Bibliografía: Frank Bernard, El panteón budista en Japón, colección de Emile Guimet, RMN, 1991.