Ramune, la icónica limonada japonesa de múltiples sabores
Ramune es el refresco icónico de Japón. Sin alcohol y muy refrescante, se reconoce al instante gracias a su original botella cerrada por una bola de cristal. Disponible en multitud de sabores, desde los más clásicos a los más inusuales, el ramune es parte integrante de la cultura japonesa. Con los años, su popularidad ha traspasado las fronteras del archipiélago para seducir a los amantes de los refrescos de todo el mundo.
La historia del ramune, desde su creación hasta su estatus icónico
El ramune apareció por primera vez en Japón en 1876. Originalmente, era una limonada hecha con limón, siendo el nombre una distorsión de la palabra inglesa "lemonade". Su receta y proceso de fabricación fueron introducidos por Alexander Cameron Sim, un farmacéutico escocés afincado en Kobe.
Inicialmente destinada a los expatriados occidentales, la limonada ganó popularidad rápidamente entre los japoneses, sobre todo durante una epidemia de cólera en 1885. Elogiada por sus propiedades para calmar la sed, superiores a las del agua, se convirtió en una bebida de moda gracias a un elogioso artículo del periódico Mainichi Shimbun.
Con el paso de las décadas, el ramune se ha convertido en un símbolo esencial del verano y de los matsuri, los festivales tradicionales japoneses. Hoy lo producen numerosas marcas, la más conocida de las cuales es Sangaria. A pesar de algunas innovaciones, como las botellas y latas de plástico, el "verdadero" ramune sigue siendo inseparable de su envase de cristal original.
El diseño único de la botella de ramune y su sistema de apertura por bola
La botella de ramune se distingue por su forma curvada y su cierre atípico, patentado en 1872 por el ingeniero británico Hiram Codd. Apodado "cuello Codd", este sistema utiliza la presión del dióxido de carbono contenido en la bebida para mantener una bola de cristal en el cuello y sellar la botella.
Para disfrutar de un ramune, la bola se empuja hacia dentro con un pequeño empujador de plástico suministrado con la botella. La bola cae entonces en el cuello, despejando el camino para el líquido. Hay dos huecos para evitar que la bola suba y bloquee la abertura mientras bebes.
Este proceso lúdico es parte integrante de la experiencia del ramune. Los japoneses lo recuerdan desde la infancia y despierta la curiosidad de los turistas extranjeros. A pesar de la aparición de versiones simplificadas, la botella de cristal con bola sigue siendo la embajadora esencial de esta limonada tan especial.
Una gama de sabores sorprendentes, desde los más clásicos a los más inusuales
Aunque el ramune de limón original sigue siendo el más popular, esta limonada japonesa está ahora disponible en una increíble variedad de sabores. Grandes clásicos como la fresa, el melón, el lichi o el kiwi conviven con sabores más atrevidos como el curry, la salsa teriyaki, el kimchi o el wasabi
Algunos sabores se inspiran directamente en especialidades locales, como el ramune de yuzu de Oita o el ramune de melón Furano de Hokkaido. Otros se hacen eco de la cultura pop, con ediciones limitadas en los colores de populares personajes de manga o anime.
Esta profusión de sabores ayuda a mantener el atractivo del ramune, permitiendo que todo el mundo encuentre su fragancia favorita. También es un testimonio de la creatividad y experimentación de los japoneses cuando se trata de refrescos y dulces.
Ramune, la estrella del matsuri y de los veranos japoneses
En Japón, el ramune es inseparable del verano y de sus numerosos matsuri. Servida fría, a menudo en cubos llenos de hielo, esta limonada es la bebida perfecta para calmar la sed de grandes y pequeños. Puedes disfrutarla mientras paseas entre los puestos, admiras los fuegos artificiales o ves los desfiles y espectáculos tradicionales.
El característico tintineo de las cuentas de cristal en las botellas de ramune, mezclado con la música, las voces de los showmen y el susurro de las yukatas entre la multitud, forma parte de la atmósfera tan especial del matsuri. Es un sonido familiar que evoca instantáneamente un sentimiento de nostalgia y alegría para muchos japoneses.
El ramune es tan popular que incluso tiene su propio día de celebración: el 4 de mayo. Cada año, en esta fecha, se organizan numerosos actos en todo el país para rendir homenaje a este refresco que se ha convertido en un auténtico emblema nacional.
Descubre los dulces derivados del ramune: caramelos, helados, kit kat...
El éxito del ramune es tal que su sabor ácido y efervescente puede encontrarse en multitud de productos de confitería. Los más comunes son caramelos redondos y planos, a veces con un agujero para poder usarlos como silbato. Suelen envasarse en bolsas de colores con el emblemático personajillo de la marca.
También hay polvos de ramune para diluir, piruletas, helados e incluso Kit Kat con sabor a ramune. Y lo que es aún más sorprendente, hay dagashi (aperitivos antiguos) remezclados al estilo ramune, como los Umaibo (palitos inflados) o los Fusen Gum (chicles).
Cada verano trae su ración de nuevos productos y ediciones limitadas, para deleite de los aficionados a los sabores picantes. Una prueba más del lugar especial que ocupa el ramune en el panorama de los dulces japoneses.
¿Dónde puedes encontrar ramune en Francia, y a qué precio?
La buena noticia para los aficionados franceses al ramune es que ahora es bastante fácil conseguirlo sin tener que viajar por todo el mundo Cada vez mástiendas de ultramarinos asiáticos y supermercados bien surtidos venden la famosa limonada japonesa, sobre todo en las grandes ciudades. Puedes esperar pagar entre 2 y 3 euros por botella de media.
Las tiendas online especializadas en productos japoneses son otra buena opción. Suelen ofrecer una mayor variedad de sabores y precios atractivos, sobre todo si haces pedidos en cantidad. No dudes en comparar ofertas y preguntar por los gastos de envío.
Por último, si tienes la suerte de participar en un festival japonés o en una feria dedicada a la cultura japonesa, seguro que puedes hacerte con ramune a bajo precio. Es la forma ideal de introducir a tus amigos y familiares en esta bebida de culto, o de animar una comida al estilo izakaya con los amigos. No olvides llevar contigo una bebida no burbujeante, como té helado o agua, ¡para una experiencia aún más refrescante!