El Templo Shitennoji 四天王寺
Cuatro reyes y un príncipe
Érase una vez un príncipe que seducido por una nueva religión, el budismo venido de China, la defendió con cuerpo y alma durante una guerra que sacudió al país. Una vez victorioso decidió construir un magnífico templo. ¿Quién era este hombre? El príncipe Shotoku Taishi-. ¿Y el templo? El Shitennoji.
Con más de 1.400 años de historia, este lugar de culto es uno de los más antiguos y grandes de la ciudad. Situado al sur, este templo sumerge a los visitante en una burbuja donde no existe el tiempo, aislada del bullicio urbano. El viaje comienza en los recintos del templo y sus numerosos edificios cada uno con diferentes funciones. Unas adorables tortugas viven en el estanque frente al pabellón del buda Yakushi, familia de la tortuga gigante que forma la fuente donde se pueden lanzar deseos escritos en un pequeño trozo de bambú.
Pero el corazón de este lugar de culto en realidad está en su interior (hay que pagar para entrar), pues está lleno de tesoros de la historia de Japón. El conjunto está compuesto por tres edificios principales: el pabellón Kodo, el pabellón Kondo y la pagoda de cinco pisos. Dentro del Kodo hay muchas estatuas de varias deidades del panteón budistas que miran a los visitantes con sus ojos graves y majestuosos. El Kondo, por su parte, es famoso por sus murales que narran los acontecimientos de la vida del Buda histórico. Estas pinturas modernas fueron creadas en 1959 por el pintor Nakamura Gakuryô (1890-1969), utilizando un estilo que engrandece la India antigua en la cual se crió el Buda Gautama. La pagoda es, probablemente, el elemento más sorprendente de este monumento. Fue construida originalmente para albergar las reliquias del Buda, que ahora han desaparecido. La pagoda está abierta al público (lo cual es inusual) y es posible subir a todos sus pisos siempre y cuando uses las zapatillas disponibles en la entrada. En las paredes, que se van encogiendo a medida que se va subiendo, se ven imágenes votivas que representan las almas de los muertos cuyos funerales se llevaron a cabo en el templo. En la parte de superior te espera una impresionante vista de la arquitectura de todo el complejo.
Después de visitar el templo, la visita al jardín Jodo-Gokuraku completará tu viaje hacia la Iluminación. Las flores de cerezo en primavera, el estanque de loto en el verano, arces púrpuras en otoño y piedras cubiertas de nieve en invierno...todas las estaciones transforman de manera especial este lugar.
La llegada de los Budas
Clave histórica para entender las religiones japonesas, el Shitennoji, está estrechamente relacionado con Shotoku Taishi (572-622) quien tuvo un papel importante en el establecimiento del budismo en Japón del siglo VI. La leyenda dice que el príncipe, oponiéndose al clan Monobe que quería expulsar el budismo fuera de Japón, esculpió efigies de los cuatro reyes celestiales (Shitenno) en madera. También dedicó largas oraciones invocando la protección de las deidades budistas e hizo una promesa de que si ganaba la guerra haría construir un templo majestuoso en honor de los dioses protectores. Así, en 593, después de formalizar su regencia en Japón, Shotoku Taishi abrió las puertas del Shitennoji en un terreno recuperado del clan enemigo. Esto convirtió al edificio en el primer templo oficial construido sobre una iniciativa imperial, dándole al budismo el estatus de religión del Estado. El príncipe fue canonizado después de su muerte como una encarnación del Bodhisattva Kannon, ya que su papel fue decisivo en la difusión de esta religión en Japón. El Shitennoji forma un conjunto mixto ya que sus edificios fueron destruidos muchas veces durante su historia,
Este templo es un edificio religioso importante de Osaka y si estás interesado en la historia temporal y espiritual de Japón, no puedes dejar de visitarlo.