Kurahashi 倉橋島
La isla de los 500 pinos
Al sur de Hiroshima hay una hermosa playa de fama legendaria, muy lejos del concreto y del bullicio, bienvenidos a Kurahashi.
La segunda isla más grande del mar interior de Seto, Kurahashi, es a menudo eclipsada por la fama de su vecina isla de Miyajima pero ofrece a sus visitantes paisajes salvajes lejos de las multitudes.
Esta isla de 69km², es conocida por sus criaderos de ostras (plato popular en la región) y sus hermosas playas. Entre las playas más populares se encuentra Katsuragahama, una playa histórica que se considera de las más bellas del país y que fue inmortalizada en un poema de Manyoshu. Katsuragahama atrae a los turistas con sus arenas blancas y su pequeño bosque de pinos, que en total tiene exactamente 500 árboles, según dice la leyenda que relata la partida desde esta playa de un diplomático japonés enviado a Corea en el 736 .
No lejos de aquí, se yergue un enorme torii que le confiere al lugar un carácter sagrado y marca la entrada al santuario Katsuragahama.
En el Museo de Nagato (antiguo nombre de la isla) descubrimos lo que una vez fue la principal actividad de Kurahashi: la construcción naval. Aquí hay una réplica de un barco que transportaba emisarios japoneses a China entre los siglos siete y nueve.
En el 2005 Kurahashi se fusionó con la ciudad costera de Kure. Entre ellas se eleva el extravagante e ingenioso puente Ondo. Con el fin de no bloquear el tráfico marítimo, los arquitectos le dieron mucha altura al puente y construyeron de cada lado unas calles en forma de espiral por las cuales los coches acceden al puente.