Museo Chôkoku No Mori 箱根彫刻の森美術館

Discusiones sobre arte suelen hacerse la pregunta maniquea y simplista: ¿es el arte imitación o representación de la naturaleza? El arte y la naturaleza, el arte contra la naturaleza, el arte por naturaleza o naturaleza del arte ... no hay nada más "natural" para ponerlos a todos de acuerdo que una vista al museo al aire libre Chôkoku No Mori, donde queda demostrado que el arte puede estar en la naturaleza, como la naturaleza puede ser en el arte.

Inaugurado en 1969, el primer museo al aire libre en Japón cautivó de inmediato a los visitantes con espacio en el que se anidó. Una verde colina, una vista panorámica impresionante llena de de valles y montañas... 

El descubrir cada obra de arte al aire libre está acompañado de un cierto bienestar producido por el ambiente que las rodea - tal vez una obra de arte en sí mismo.  Como si fuera una vitrina, este terreno verde y virgen clamaba ser ocupado. Haberlo habitado con arte ha sido, sin duda, una muy buena idea.

Aquí y allá

Aproximadamente ciento veinte esculturas emergen bien sea con embrujo, grandeza o discreción en el relajante paisaje del museo. Las obras procedentes de Japón y de otros lugares datan de los siglos XIX, XX y XXI. Hakone tiene tanto que alardear con respecto a su colección como los otros gigantes culturales de Japón, por ejemplo el MOMAT y el MOMAK ...

Cada pieza tiene su lugar en su "sala". Para nombrar sólo algunos de los artistas famosos: Henry Moore (1898-1986), a quien le encantaba decir que la escultura "es un arte al aire libre". Este museo tiene veintiséis de sus obras, una de las más grandes colecciones del mundo de este escultor; Auguste Rodin (1840 -1917), Aristide Maillol (1861-1944), Niki de Saint Phalle (1930-2002) y su imponente Miss Black Power ...

La plaza central agrupa las obras más importantes, o por lo menos las más conocidas, pero te aconsejamos que te aventures y te pierdas por ahí para disfrutar al máximo. Lo que no deberías dejar de ver es la Escultura Sinfónica por Gabriel Loire (1904-1996), una torre multicolor cuyo interior está lleno de luces y colores producidos en parte por ventanales con mosaicos en tonos cromáticos.

Otra escultura que no puedes perderte es La esfera dentro de la esfera, por el artista italiano Arnaldo Pomodoro, nacido en 1926, de la cual existen otras versiones en los Estados Unidos, Líbano, Israel y el Vaticano.

El espacio interior no se queda atrás

El museo, en su parte interior, expone las figuras de Alberto Giacometti (1901-1966), y dedica todo un pabellón a Pablo Picasso (1881-1973) con trescientas de sus obras, incluyendo esculturas, pinturas, dibujos, cerámicas y también los retratos del artista español inmortalizado por el reportero gráfico estadounidense David Douglas Duncan. El pabellón de Picasso es de 1984, cuando su hermana, Maya Picasso, heredó algunas de las obras del maestro.

No falta el toque japonés dado por esculturas como las del famoso Takamura Kotaro (1883-1956).

Espacio con vida

Realmente no es fácil lograr una simbiosis entre el entorno y las obras de arte como la que logra este museo. Con la intención de que el Museo de Chôkoku No Mori no sea sólo un lugar de paso o de visita, sino un lugar donde también hay vida, se han creado áreas de juego para los niños y amplias zonas verdes simplemente para descansar.

El área del museo también incluye un pabellón de té, varios restaurantes y un baño de pies para lo que quieran un merecido descanso después de haber caminado tanto entre las esculturas.