El periodo Yayoi (300 a.C.-250 d.C.): una época crucial en la historia de Japón
El periodo Yayoi, de alrededor del 300 a.C. al 250 d.C., fue una importante fase de transición entre el periodo Jômon que le precedió y el periodo Kofun que le siguió. Marcada por profundos cambios y avances decisivos, esta época vio cómo el antiguo Japón entraba en la era del metal y adoptaba el cultivo del arroz, allanando el camino para el surgimiento de la civilización clásica japonesa. Adentrémonos en el corazón de este fascinante periodo para descubrir sus momentos clave y sus principales características.
Orígenes y cronología del periodo Yayoi
El nombre "Yayoi" procede del distrito de Tokio donde se desenterró la primera cerámica típica de este periodo en 1884. Desde entonces, los arqueólogos japoneses han perfeccionado la datación y han subdividido el periodo en varias fases: Yayoi Inicial (900-400 a.C.), Antiguo (400-200 a.C.), Medio (200 a.C.-50 d.C.) y Final (50-250 d.C.). Aunque el inicio del periodo sigue siendo objeto de debate, los especialistas coinciden en que la transición del Jômon al Yayoi comenzó gradualmente desde alrededor del 900 a.C. en el norte de Kyushu, antes de extenderse a todo el archipiélago.
Una revolución agrícola y tecnológica procedente de Corea
Las influencias y aportaciones continentales, sobre todo de la península de Corea, desempeñaron un papel decisivo en las transformaciones del periodo Yayoi. Una de las principales innovaciones introducidas desde Corea fue el cultivo del arroz por inundación, que dio lugar a unos rendimientos y una producción de alimentos sin precedentes. Cultivado en arrozales regados por un sistema de canales, el arroz se convirtió en la dieta básica. También se desarrollaron el trigo, la cebada, el mijo y la soja. Al mismo tiempo, el archipiélago fue testigo de la llegada de las tecnologías del bronce y el hierro, de nuevo probablemente transmitidas por los emigrantes coreanos de la cultura Mumun que se asentaron en el norte de Kyushu. Utilizado inicialmente para armas y objetos rituales, el bronce fue suplantado gradualmente por el hierro para fabricar herramientas.
Cambios en el hábitat, la cerámica y las herramientas
La adopción de la agricultura provocó cambios en el modo de vida y la vivienda. Las aldeas se hicieron más grandes y permanentes, con casas de madera elevadas que albergaban hasta 6 personas. Se utilizaron graneros sobre pilotes para almacenar las cosechas. Algunos asentamientos, como el de Asahi, en la actual prefectura de Aichi, pueden abarcar casi 80 hectáreas y se consideran centros regionales. La cerámica Yayoi, menos ornamentada que la Jômon pero más funcional, se caracterizaba por grandes jarras de cuello, cuencos y ollas de boca ancha. Al mismo tiempo, las herramientas líticas heredadas del Jômon se perfeccionaron con hojas de piedra pulida. La laca y el tejido hicieron su aparición.
El auge del comercio y la aparición de una sociedad jerarquizada
A diferencia del Jômon, en el periodo Yayoi se desarrollaron el comercio y los intercambios, tanto entre las comunidades del archipiélago como con el continente. Las materias primas, los productos acabados y los bienes de prestigio recorrían largas distancias. Al mismo tiempo, la sociedad se estratificó y jerarquizó, con jefaturas locales que controlaban las mejores tierras y el comercio. Alrededor de un centenar de "países" o confederaciones de clanes están atestiguados en el cambio de nuestra era. La aparición de armas y fortificaciones también sugiere un periodo de conflictos entre entidades rivales que pretendían ampliar su dominio territorial.
Prácticas y creencias funerarias en el periodo yayoi
Las prácticas funerarias reflejaban la creciente estratificación social. Las tumbas se diferenciaban según el estatus de la persona: simples tinajas y ataúdes para la gente corriente, imponentes dólmenes para los jefes. El ajuar funerario, compuesto por armas y ornamentos de bronce o hierro, también se convirtió en un marcador social. Las creencias de la época siguen siendo difíciles de precisar, pero el papel ritual de los grandes objetos de bronce, como las campanas Dotaku y las armas ceremoniales, atestigua un sistema religioso en evolución, quizá con ritos agrarios y cultos vinculados a los antepasados y a la autoridad de los jefes.
Relaciones con China y mención de los wa en las crónicas chinas
Las crónicas chinas de las dinastías Han y Wei son las primeras fuentes escritas que mencionan a Japón en este periodo con el nombre de "Wa" (倭). La referencia más antigua data del año 57 d.C. y menciona el envío de misiones y tributos a las comandancias chinas de Corea. Un texto de 297 habla de 100 "países" o jefaturas wa, incluido el poderoso reino de Yamatai gobernado por la reina-chamán Himiko. Aunque estos relatos deben tratarse con cautela, confirman el desarrollo de las relaciones con China y la existencia de estructuras protoestatales a finales del periodo Yayoi.
El legado del periodo Yayoi en la historia japonesa
La introducción combinada de la agricultura, la metalurgia, una sociedad estratificada y los primeros estados durante el periodo Yayoi sentó las bases de la civilización clásica japonesa, que florecería durante los siglos siguientes. La historia japonesa nunca volvería a ser la misma después de este decisivo punto de inflexión. Mediante su acertada síntesis de influencias continentales y sustrato autóctono, los hombres yayoi sentaron las bases de una cultura original destinada a ejercer una enorme influencia. En muchos sentidos, los cimientos de la identidad japonesa hunden sus raíces en el fértil crisol de este periodo crucial. Volver al Yayoi significa volver a las raíces mismas de lo que hace que la civilización japonesa sea tan única y tan grande.