Amanohashidate 天橋立
Arena en el cielo
A 2 horas de Kyoto, este banco de arena fina se ha resistido durante siglos a ser tragado por las olas de la bahía de Miyazu. Fascina a los japoneses que vienen masivamente a disfrutar de la vista... de una manera muy peculiar...
La península de Tango y toda la costa norte de Chugoku son muy apreciadas por los aquellos habitantes de Kyoto, Osaka, Kobe o Tottori que andan buscando aventuras. Vienen bien sea para dar unas vueltas por los diferentes onsen en Kinosaki, o para admirar las vistas de Amanohashidate. De hecho, aquí se puede observar un banco de arena (un tómbolo, específicamente) de 3,6 km de largo y 10m-40m de ancho, cubierto por miles de pinos.
Busca tu pose
La popularidad del "puente en el cielo" (traducción literal de Amanohashidate) no es nueva. El lugar fue reconocido por Hayashi Gahō, un estudioso del siglo XVII, como una de las tres vistas panorámicas más bellas de Japón, junto con el torii del santuario de Itsukushima y las islas de Matsushima, en las afueras de Sendai.
La costumbre llamada matanozoki invita a los visitantes a pararse dándole la espalda al tómbolo (la franja costera), inclinarse hacia adelante y admirar el paisaje metiendo la cabeza entre las piernas. El efecto visual es como si el banco fuera un puente que flota en el cielo.
Libélula de mar
Cuando se viene desde la estación, uno puede hacer una primera parada en el primer templo de Chion-ji, donde se rinde homenaje a Monju, la figura budista de la sabiduría, a la cual los estudiantes le piden éxito en los exámenes.
El tómbolo se puede admirar directamente desde el Monte de Monju donde se encuentra el Amanohashidate View Land. Un teleférico y monorraíl permiten el acceso a este pequeño parque de atracciones desde el cual se dice que el tómbolo parece una libélula volando (850 yenes adultos y 450 yenes niños).
El puente de Amanohashidate
Cruzar el tómbolo caminando es un paseo muy agradable, sobre todo en verano. Uno camina admirando los pinos que han crecido con formas extrañas y a los cuales se les han puesto nombres. La travesía dura aproximadamente una hora, dependiendo del ritmo de los caminantes. También puedes alquilar bicicletas cerca de la estación de tren y cruzar en veinte minutos.
Después de llegar en el otro lado vale la pena visitar el santuario Kono, de donde se dice son originarias las principales deidades del panteón sintoísta, Amaterasu y Toyoukehime, quienes son honrados en el santuario de Ise (de ahí su apodo Motoise, "originario de Ise").
Puedes subir en teleférico al parque Kasamatsu y apreciar una espectacular vista del banco. También se puede subir fácilmente a pie. Desde aquí arriba es donde cada día cientos de visitantes hacen el ritual de la pose para admirar el tómbolo.
Subir más alto
Los más valientes pueden continuar el ascenso y visitar el Nariai-ji, el templo sagrado número veintiocho de Chugoku (entrada: 500 yenes adultos y 200 yenes niños). También se puede llegar en autobús o teleférico. La vista sobre la bahía y el templo son simplemente impresionantes.