Castillo de Kakegawa 掛川城
El vecino del Monte Fuji
¿Aficionado de los castillos japoneses? ¿Deseas ampliar tu conocimiento de la historia de Japón? Situado a medio camino entre Tokio y Nagoya, el castillo Kakegawa te está esperando. Preparados...listos...¡ya!
El Castillo de Kakegawa, o Kakegawa Jô (掛川城), está situado en la ciudad del mismo nombre en la Prefectura de Shizuoka (静岡県). Esta región es tan famosa por su producción de té como por la presencia del Monte Fuji en su territorio.
Probablemente menos conocido que castillos como los de Matsumoto y Himeji, por nombrar algunos, el castillo de Kakegawa es sin duda uno de los sitios más interesantes pues ha sido testigo de la turbulenta historia del archipiélago.
El castillo está situado en la carretera de Tokaido (東海道線), la legendaria ruta que va desde Kioto a Tokio (antigua y nueva capital de Japón, respectivamente). Esta ubicación estratégica despertó el interés de los poderosos de la época.
Un poco de historia
El castillo de Kakegawa fue construido bajo las órdenes de Asahina Yasuhiro en 1513. En ese entonces, el castillo funcionaba como protección a la provincia de Totomi (遠 江 国). Más adelante el castillo cayó en manos del clan Yamauchi Kazutoyo (vasallo de Toyotomi Hideyoshi, un famoso Shogun).
Más tarde, después de la batalla de Sekigahara (1600), el victorioso Ieyasu Tokugawa tomó control del castillo. Todos los japoneses conocen bien la historia de esta batalla. De ella se dice que "marcó el futuro del país" ya que le permitió a Ieyasu Tokugawa controlar el archipiélago y formar el último y más poderoso de todos los shogunatos. Con este, el puerto de Edo se convirtió en Tokio y también en la nueva capital del país.
A lo largo de su historia, el castillo ha sufrido múltiples destrucciones a causa de batallas y desastres naturales.
El castillo hoy
Después de la destrucción del castillo Kakegawa durante el gran terremoto de 1854, este no fue reconstruido sino hasta 1994, cuando finalmente se pudo volver a ver el edificio principal en pie.
Es interesante notar que, a diferencia del castillo de Osaka, que fue reconstruido en hormigón, el castillo de Kakegawa fue reconstruido en madera, utilizando métodos tradicionales de construcción.
Por otra parte, esta es la primera vez que se pudo apreciar una destreza artesanal de tal magnitud en el Japón de postguerra. Mayormente financiado con donaciones públicas, la reconstrucción costó la suma de un millardo de yenes.
Es importante destacar varios elementos del castillo original que todavía se mantienen, por ejemplo "la residencia del daimyo" (construida en 1659), una parte de la fosa y también los muros de piedra.
En los jardines del castillo se encuentra el museo de arte de Kakegawa y el "Ni no maru chashitsu" (二の丸茶室), un salón de té hecho enteramente de madera, donde se puede degustar los famosos tés de la región y conseguir un momento de serenidad dentro de este entorno guerrero...