100 cascadas de Japón 日本の滝百選
Las cascadas más bonitas de Japón
Japón tiene muchas listas de sus bellezas naturales y culturales, como la lista de las 100 montañas famosas de Japón. Su hermoso paisaje también ofrece muchas cascadas magníficas, catalogadas por el Ministerio de Medio Ambiente de Japón.
La lista de las cascadas más bonitas
El País del Sol Naciente es un 70% montañoso, una geografía propicia para la formación de cascadas cuando los arroyos tienen su lecho roto en un punto de varios metros. Así, se pueden encontrar magníficas cascadas en todas las islas. Con este objetivo, el Ministerio de Medio Ambiente ha elaborado una lista de las 100 cascadas de Japón de entre las 517 registradas por la administración, donde se pueden admirar algunas de las vistas más impresionantes del archipiélago.
Y entre las cascadas más bonitas de Japón se encuentran:
La cascada Shomyo
La cascada de Shōmyō es la más alta de Japón. Situada en la ciudad de Tateyama, cae desde una altura de 350 metros, dividida en cuatro niveles, respectivamente 70 metros, 128 metros, 224 y finalmente 350 metros desde el nacimiento de la cascada.
Esta cascada especialmente espectacular se ve duplicada entre abril y julio por su gemela, la cascada de Honnoki, una cascada estacional de 497 metros que se forma cuando se derrite la nieve de la montaña Midagahara.
Las cascada Nachi
La cascada de Nachi es quizás la más conocida de todo el archipiélago. Se encuentra junto al Kumano Nachi Taisha, un lugar sagrado del sintoísmo y el budismo japoneses, y junto con la pagoda bermellón del Seigantoji, forma una de las ilustraciones más conocidas del patrimonio japonés.
La cascada, de 133 metros de altura y 13 de ancho es considerada un kami en el sintoísmo, mientras que las sectas budistas la asocian con el Boddhisatva Kannon.
Cataratas de Fukuroda
Las cataratas de Fukuroda, situadas en Daigo, en la prefectura de Ibaraki, tienen una impresionante anchura de 73 metros y enormes formaciones rocosas donde se estrellan las aguas torrenciales.
El paisaje adquiere una nueva piel en cada estación, pasando de las enormes aguas que chapotean en primavera y verano a un río helado en invierno, mientras que el otoño aporta un brillante resplandor rojo al panorama.
La gran cascada de Kegon
Nikkō es el escenario de esta gran cascada, que es la suma de 12 cascadas. Al lado del lago Chūzenji, se estrella contra el suelo después de 97 metros. La exuberante naturaleza adquiere los colores japoneses habituales, con hojas momiji que aparecen densamente en otoño en los bordes de la cascada.
Esta cascada también es conocida por el poema que el estudiante poeta Misao Fujimura grabó en el tronco de un árbol antes de suicidarse, una historia que marcó al Japón de principios del siglo XX y que mencionó Natsume Sōseki.