Netsuke 根付
Todo sobre las miniesculturas japonesas
Los netsuke han pasado de ser accesorios de moda en Japón durante el periodo Edo a convertirse en objetos de colección apreciados en todo el mundo, pero ¿qué son los netsuke y dónde se pueden conseguir?
¿Qué es un netsuke?
No fue hasta la era Meiji (1868-1912) cuando aparecieron las bolsas en Japón. Antes, los japoneses utilizaban un furoshiki para transportar sus pertenencias.
Las mujeres japonesas escondían sus pequeñas pertenencias en las amplias mangas de sus kimonos. Pero los hombres, que vestían kimonos sin bolsillos y con mangas relativamente estrechas, solían colgar sus pertenencias en el obi (cinturón del kimono). Esto se conocía como sagemono, "cosas colgadas". Monederos, cajas de medicinas, utensilios de escritura (yatate), tabaqueras o incluso cuencos de sake: todo esto se colgaba del cinturón.
Por lo tanto, estos diversos objetos tenían pesaban en el obi y, hacia mediados del siglo XVI, surgió la idea de colgar algo para hacer de contrapeso y mantenerlos en su sitio: así nació el netsuke. El netsuke es, por tanto, un pequeño objeto tallado, perforado con dos agujeros y unido a la cuerda del sagemono.
La etimología de la palabra sugiere que puede haber comenzado como raíces, ne (根) que significa raíz y tsuke (付), derivado del verbo tsukeru: atar, reunir.
La moda de los netsuke
Muy pronto, durante el periodo Edo (1603-1868), los artesanos transformaron este objeto común en un producto artesanal refinado. Para ello utilizaban todo tipo de materiales, como maderas duras de diversas especies: cerezo, arce, boj y más; cuerno o incluso porcelana, coral y marfil (de colmillo de elefante, pero también morsa o narval). Competían entre sí en imaginación y talento.
Los netsuke adoptaron entonces todo tipo de formas: animales, seres humanos, deidades, máscaras y personajes de Kabuki y de Noh, de mitos y leyendas, monstruos, escenas de la vida... Todo ello esculpido en formato mini. Se abrieron escuelas en Kioto y Tokio y en varias regiones de Japón, cada una con su propia especialidad. Algunos artesanos del netsuke, los netsuke-shi, se hicieron famosos y ganaron una fortuna. Sus obras llevan su firma.
El final del siglo XVII y la primera mitad del siglo XIX marcaron la edad de oro del netsuke. Se publicaron libros con las obras y sus creadores, y todos los hombres que podían permitírselo colgaban verdaderas obras de arte en su obi.
Una nueva era para netsuke
Durante la era Meiji (1868-1912), la moda de la ropa occidental se impuso y los netsuke perdieron gradualmente su utilidad, aunque algunos extranjeros que llegaron a Japón no dejaron de fijarse en estos inusuales y sofisticados objetos. En Europa, Francia en particular, era la época del japonismo y los coleccionistas o amantes de las artes orientales estaban muy interesados en ellas y muchas piezas se llevaban a Occidente con sus propietarios.
Pequeño y ligero, el netsuke es el objeto ideal para traer o importar de Japón. Los artesanos siguieron produciéndolos, pero en menor cantidad y de menor calidad. Muchas piezas se exponen ahora en museos de Europa y Estados Unidos.
En 1975 se creó la Sociedad Internacional de Netsuke, Netsuke Kenkyukai Sociaty, presidida durante mucho tiempo por un francés, el Sr. Robert Fleischel, gran especialista en Japón.
El mercado netsuke
En el siglo XXI, la locura por este objeto no ha cesado y coleccionistas de todo el mundo acuden a las subastas de las capitales europeas. Algunas piezas pueden alcanzar precios astronómicos. En 1990, un netsuke del siglo XVIII con un caballo batió todos los récords en Londres con un precio de 275.365 euros. En 2005, una estatuilla embriagadora de 13 cm de altura que representa a Shōki luchando con un Oni (demonio) se vendió por 127.375 euros, tasas incluidas. Pero en general, los netsuke se negocian entre 100 y 3.000 euros.
El valor de un netsuke depende de la calidad de su talla, su cincelado, la firma del artesano, la rareza de su tema o su originalidad y su pátina. Sólo la cara expuesta a la luz tiene pátina, y éste es uno de los criterios que permiten distinguir una auténtica de una falsa. Sí, cada vez hay más copias de netsuke (principalmente fabricadas en China) en el mercado. Por eso es importante estar atento y comprar sólo en tiendas especializadas de confianza. Se dice que incluso circulan falsificaciones en las casas de subastas.
En Tokio, la galería Sagemonoya, fundada por Robert Fleischel, ofrece una amplia gama de netsuke y sagemono.
Yotsuya 4-chome 28-20-704
Shinjuku-ku, Tokio 160-0004 JAPÓN
Teléfono +81-(0)3-3352-6286
https://www.netsuke.com/en/