La Manyoshu: La antología poética más antigua y renombrada de Japón
La Manyoshu, que significa "Colección de Diez Mil Hojas", es la antología de poesía japonesa más antigua que existe. Recopilada hacia el año 759 d.C., durante el periodo Nara, contiene más de 4.500 poemas que abarcan temas desde la vida cotidiana hasta la naturaleza, el amor y el dolor. Los poemas fueron compuestos por personas de todas las clases sociales, incluidos emperadores, nobles y gente común. La Manyoshu ha tenido una profunda influencia en la literatura japonesa y sigue siendo muy leída y apreciada hoy en día.
Contenido y estructura de la antología Manyoshu
Los 20 volúmenes o "libros" de la Manyoshu contienen un total de 4.516 poemas. Están divididos en varios géneros, como:
- Banka (elegías)
- Somonka (poemas de amor)
- Zoka (poemas varios)
Las dos principales formas poéticas utilizadas son el choka (poema largo) y el tanka (poema corto). Algunas secciones famosas son los "Treinta y dos poemas sobre las flores del ciruelo" y los "Trece poemas en alabanza del vino".
Los libros 14 y 20 son especialmente notables por incluir poemas de las provincias orientales de Japón, lo que permite echar un vistazo a los dialectos regionales del antiguo japonés de la época. En conjunto, el Manyoshu presenta una vívida imagen de la lengua, la cultura y la sociedad del antiguo Japón.
Un poema Manyoshu sobre las flores de ciruelo ume contenía los caracteres chinos que componen el nombre de la nueva era Reiwa
La importancia del Manyoshu para la lengua y la escritura japonesas
El Manyoshu se escribió originalmente utilizando man'yogana, un primitivo sistema de escritura que empleaba fonéticamente caracteres chinos para representar el japonés. Esto fue decisivo para el desarrollo de los silabarios kana modernos de Japón, el hiragana y el katakana.
La lengua conservada en el Manyoshu, conocida como japonés antiguo, es un recurso crucial para los lingüistas históricos que estudian las raíces y la evolución de la lengua japonesa. Los poemas emplean la gramática y el vocabulario del japonés en su forma escrita más primitiva.
Principales poetas y colaboradores del Manyoshu
Aunque la recopilación del Manyoshu se atribuye al poeta Otomo no Yakamochi, incluye obras de muchos poetas conocidos y anónimos de diversas procedencias.
Kakinomoto no Hitomaro está considerado uno de los grandes poetas de la antología. Otros destacados colaboradores son Yamabe no Akahito, Yamanoe no Okura y Otomo no Tabito, el padre de Yakamochi que dirigió un círculo poético en la capital de Nara.
Temas y motivos de la poesía Manyoshu
El Manyoshu explora temas y emociones intemporales y universales. Una reverencia por el mundo natural impregna los poemas, con muchas referencias a los cerezos en flor, los ciruelos en flor, los animales y el cambio de las estaciones.
El amor, el anhelo, la pérdida y la naturaleza transitoria de la vida son temas poéticos frecuentes. Algunas obras también expresan un alegre aprecio por los placeres de la vida, como beber sake. El humor y el entusiasmo por el mundo sensual equilibran las meditaciones más melancólicas.
Poemas del Manyoshu sobre los placeres del sake escritos en caracteres chinos con letras hiragana japonesas al lado
La perdurable influencia del Manyoshu en el arte y la cultura japoneses
La influencia del Manyoshu va mucho más allá de la literatura. Más de 150 especies de plantas mencionadas en la antología se cultivan en jardines botánicos temáticos de todo Japón. Los poemas han inspirado innumerables obras de caligrafía, pintura, música y arte textil.
Frecuentemente citado y aludido en escritos japoneses posteriores, el Manyoshu contribuyó a dar forma al curso de la tradición literaria del país. Sus versos aún resuenan entre los lectores modernos y la antología conserva un lugar destacado en la cultura japonesa más de 1200 años después de su creación.
Traducción del Manyoshu a las lenguas modernas
La primera traducción parcial del Manyoshu fue intentada en 1834 por el erudito alemán Julius Klaproth. En el siglo XX, académicos como Ralph Hodgson, H.H. Honda e Ian Hideo Levy emprendieron importantes traducciones al inglés.
Traducir el Manyoshu conservando el significado, el tono y la belleza poética originales es un reto continuo. Sin embargo, gracias a la dedicación de los eruditos, los lectores de todo el mundo pueden ahora apreciar y disfrutar del atractivo intemporal de esta antología japonesa sin parangón.