Las artes marciales japonesas
Japón: artes marciales y sus "caminos"
Las artes marciales están presentes en muchos países asiáticos: el taekwondo en Corea, el Tai-Chi-Chuan en China, el Muay Thai en Tailandia... Pero las artes marciales japonesas son las más conocidas y practicadas en todo el mundo. Traemos aquí un resumen de las artes marciales más famosas.
Las diferentes artes marciales japonesas
Las artes marciales ocupan un lugar importante en la cultura japonesa. Exportadas por todo el mundo, estas artes marciales están relacionadas con tres términos: budō, "camino de la guerra", bujutsu, "técnicas de guerra", y bugei, "arte marcial".
Las antiguas escuelas de artes marciales, donde estudiaban y enseñaban los famosos samuráis, se llamaban koryū. En la actualidad, existen dos categorías de artes marciales: Koryū Bujutsu (artes marciales de la antigua escuela) y Gendai Budō (artes marciales modernas).
Están las seis artes marciales japonesas más conocidas y destacadas.
Judo: el más famoso
Cuando se habla de artes marciales, el judō es el que primero nos viene a la mente. Europa tiene algunos judokas brillantes, como Teddy Riner y Clarisse Agbegnenou, por nombrar algunos. Judō significa "el camino de la flexibilidad", y fue inventado en 1882 por un monje japonés que quedó impresionado por la resistencia de las ramas finas y flexibles que nunca ceden bajo el peso de la nieve.
El judoka utiliza técnicas de lanzamientos, el control en el suelo, los estrangulamientos y llaves. Deporte olímpico, se practica descalzo y los combatientes van vestidos con un judōgi (¡no es un kimono!).
Karate: el más exótico
El karate (o karate-dō, el camino de la mano vacía) se originó en el archipiélago tropical de Okinawa, actualmente una prefectura de Japón, pero que en su día fue un reino independiente de las islas Ryūkyū, con una fuerte influencia china (se dice que el karate se originó en el templo Shaolin). El karate es una hábil mezcla de técnicas ofensivas y defensivas que requieren varias partes del cuerpo (manos, pies, etc.).
El karate se convertió en deporte olímpico por primera vez en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Sumo: el más antiguo
Aunque tiene pocos practicantes en Occidente, el sumo sigue siendo conocido por muchos - el más entusiasta francés más conocido es el ex presidente Jacques Chirac. Este deporte nacional de lucha se menciona por primera vez en el siglo VIII.
El sumō (literalmente "golpearse") consiste en empujar al adversario fuera del círculo o hacerle tocar el suelo con una parte de su cuerpo que no sea la planta de los pies. Si estás en Japón, no te pierdas uno de los torneos de este deporte de titanes, que sólo se celebran en los meses impares.
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Aikido: el más pacifista
El aikido es un arte marcial reciente, creado en la década de 1920 por Ueshiba Morihei. También está muy extendida en Europa y consiste en utilizar la fuerza del adversario para destruir su voluntad de herir. Se plantea el principio de la no violencia, por lo que es una especie de deporte de autodefensa.
Debido a su origen, este arte marcial es incompatible con la idea de competición, y se practica tanto con las manos desnudas como con armas. También está estrechamente vinculado a los ritos sintoístas.
Kendo: el más heroico
El kendō, el camino de la espada, es la disciplina más antigua del budō, las artes marciales japonesas. Esta versión japonesa de la esgrima se practica con una armadura y una espada de madera, el bokken, y de bambú, el shinai. Su antecesor, el kenjutsu, es una de las dieciocho artes marciales que debían dominar los samuráis. El kendō tiene una importante vertiente espiritual, ya que está destinado a reforzar la determinación.
Hoy en día, el kendō se ha convertido en un deporte de competición que se practica en todo el mundo
Kyudo: el más paciente
El kyūdō, el camino del arco, es una forma de arquería japonesa, influenciada por el zen, el confucianismo, y también por el taoísmo y el sintoísmo. El practicante busca el movimiento perfecto: alcanzar el objetivo con su flecha es la prueba del equilibrio entre un cuerpo y una mente disciplinados y armonizados. El kyūdō está muy codificado; un tiro propiamente dicho se desarrolla en ocho fases consecutivas, llamadas "hassetsu".
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